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1.¿En qué consiste la Rinoseptoplastia secundaria?

La Rinoseptoplastia secundaria siempre es un procedimiento complejo, ya que se deben operar unos tejidos que ya han pasado por los procesos inflamatorios y de consolidación. Esto hace que el despegamiento de estos sea laborioso y requiera de una técnica quirúrgica más precisa.

Cuando la cirugía se realiza por un exceso de resección de los cartílagos el especialista en Otorrinolaringología necesita obtener el material de otras partes del cuerpo para injertarlo. Es posible que haya quedado cartílago residual en el tabique nasal, y si no es así lo obtendrán del pabellón auricular o de la costilla del paciente. Normalmente se espera un período de al menos 6 a 12 meses tras la cirugía primaria antes de realizar una Rinoseptoplastia secundaria.

Por la propia complejidad y la necesidad, en ocasiones, de obtener cartílago de fuera de la nariz la cirugía puede prolongarse hasta las 4 horas, dependiendo del caso y de las cirugías previas.

Varía de acuerdo con cada paciente y la gravedad del problema obstructivo que cada persona puede tener, pudiendo realizarse a edades muy tempranas.

La Rinoseptoplastia puede realizarse a partir de los dieciocho (18) años con fines estéticos. Si el paciente sufre de problemas funcionales puede considerarse una intervención a una edad más temprana; en ciertos casos es posible realizarla desde los 14 años.

Para empezar, una Rinoseptoplastia secundaria es practicada para reparar y corregir aspectos de una cirugía inicial. Son muchas las razones que te pueden llevar a una segunda intervención quirúrgica, sobre todo si te practicaron mal los procedimientos y dejaron muchos detalles desagradables en tu nariz.

Sin embargo, no solo es la parte estética la que puede verse afectada, también está la parte interna de la nariz que en algunos casos sufre cambios que impiden su normal funcionamiento. Entre los problemas postquirúrgicos que podrían requerir un nuevo procedimiento están, entre otros:

  • Pinzamiento nasal (colapso o estrechamiento)
  • Sinequias nasales (uniones dentro de la nariz que impide el paso del aire)
  • Desvíos septales residuales (Persistencia o empeoramiento del desvío)
  • Inconformidad con los resultados estéticos
  • Nariz en silla de montar
  • Perforación del tabique nasal (Orificios del tabique nasal)
  • Punta nasal caída
  • Persistencia de laterorrinea (persistencia de la nariz "virada")
  • Retracción de las alas nasales
  • Persistencia de la sensación de obstrucción nasal